Para una mujer no hay nada más codiciado que la cintura de avispa. La figura de reloj de arena es un clásico de belleza femenina, y un estándar de elegancia que resalta al caminar. Desde la antigüedad ha sido un ideal estético, ¿y qué mejor para eso que la prenda fetiche de los románticos? Ayer comencé mi aventura para acentuar esa silueta de ensueño, y les compartiré mi experiencia.
Siempre
deseé un corsé, porque como aficionada a la moda victoriana y del Rococó, entre
otros periodos históricos con volantes, es una de las cosas más importantes que
debo tener en el armario. Mi primero fue un fiasco, me compré uno barato de
eBay sin informarme lo suficiente. A parte de que era una tortura, no ayudaba a
la postura ni daba la forma adecuada, sobraba demasiado espacio de busto. Lo
terminé vendiendo pensando que nunca encontraría uno para pechos pequeños. Años
más tarde decidí no rendirme y me puse a investigar todo lo necesario sobre
corsés (leer blogs, tutoriales, ver videos en YouTube, y preguntar a quienes ya
tienen experiencia). Finalmente adquirí uno junto con unos ligueros de Timeless
Trends, una tienda en línea especializada en corsés de calidad. Como empecé con
una cintura de 28, elegí 24S, pues siempre debe tener 3 a 4 pulgadas (7.6 a
10.2 centímetros) menos que la cintura natural, y S porque es la talla para
copas A y B de busto. A pesar de que a una principiante le puede parecer
costosa la página, es más accesible que otras. Además, uno obtiene lo que paga,
y es preferible comprar uno caro y bueno que se pueda usar por mucho tiempo, a
uno barato y malo que se termine dejando arrumbado.
Aprendí
que para entrenar cintura se debe acostumbrar el cuerpo primero al corsé y
viceversa, para no arruinarlo o lastimarse. Este proceso normalmente dura dos
semanas, aunque hay quienes prefieren sólo una, y cada día debe utilizarse por
dos horas aproximadamente. Después de las dos semanas, se le van agregando más
horas de uso al día, cada una o dos semanas, dependiendo de la persona. Como
novata, tardé un largo rato poniéndomelo. Primero hice un caos con las cintas y
me lo tuve que quitar para volvérmelo a poner. Respiré profundo e intenté de
nuevo atarlo hasta que lo logré. Descubrí que mi cuerpo no es muy
“apachurrable”, pero de todos modos durante las primeras dos semanas no se debe
apretar tanto. Quise ver hasta dónde llegaba y por el momento pude comprimir la
cintura sólo 1 pulgada (2.5 centímetros). Seré paciente, pues cada cuerpo es
diferente, y por lo tanto su proceso de reducción. Al principio me sentía
sofocada, pues creo que me pasé un poco con mi experimento, pero al cabo de una
hora ya parecía haberme acostumbrado a la presión, sin embargo, eso no
significa que me dejara de doler. Aguanté porque sin voluntad no hay ganancia,
y lo mejor se obtiene con esfuerzo. La belleza tiene un precio. Pero no se
atemoricen, el dolor del que hablo no es nada del otro mundo y sólo es cuestión
de adiestrar el cuerpo. En cuanto a la silueta, quedé fascinada. A parte de que
lucía más delgada, sentí mis pechos alzados como en las películas de época. No
fue tan difícil sentarse como supuestamente dicen, y a pesar de que tengo
ciertos problemas en la columna, me ayudó a mantener la espalda recta. Por
último me lo quité pasadas las dos horas y respiré a gusto. Comparo el dolor
momentáneo en las costillas después de quitarse el corsé con el que se produce
luego de un duro día de ejercicio por primera vez en meses, o el de los
aparatos dentales recién reforzados.
Garter Straps (set of 4) Black
Espero esta entrada haya sido de su agrado. Seguiré compartiendo mi progreso semanalmente. Buenas lunas.
WOW se nota la diferencia. En mi caso compré uno económico de ebay y aunque si me aprieta un poco y levanta el busto... pues no me hace bonita figura. Es mas. Me junta todo en una panza de embarazada D: espero un día costearme uno real. De momento es un simple sueño.
ResponderEliminarHay corsés económicos que también son muy buenos. Orchard Corsets tiene envío gratis a EUA.
Eliminarhttp://www.orchardcorset.com/